Luz, conquistada por sombras emboscadas tras el color del alma de la tierra.
Paisajes conceptuales. El retrato metafísico del mundo que nos rodea despojado de todo elemento superfluo. La síntesis gráfica de la naturaleza, expresada con el universo plástico de quien contempla la existencia con una mirada sosegada…
Paseemos por estos territorios, ámbitos de la mente, que constituyen esta serie de obras. Pintadas tras la calma que precede a la tempestad, concebidas en momentos de paz después de resistir el caos y la guerra del día a día.
Las matemáticas no engañan; “Menos es más”.
Postulan los científicos que el universo es finito e infinito. Como la vida de los hombres; tan corta y tan larga a la vez.
Por tanto, persigamos la utopía. La búsqueda de la nada absoluta; El espacio intelectual, donde los conceptos abstractos y complejos, se condensan con naturalidad y sencillez convirtiendo lo enigmático e impenetrable en un juego de niños.
He ahí la esencia de este último proyecto expositivo que nos propone Tomás Navarro.
Y ahora, alcemos las copas desbordadas de vino y brindemos alegremente por la belleza y las ideas, celebrando que mañana amanecerá de nuevo. ¡Que no es poco!
Villena 20 de agosto de 2008
Miguel Ángel Escoin
Artista Plástico